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Diario YA


 

Nada queda de las motivaciones de los grandes hombres; aquellos que, con independencia de su credo político, sabían hacer de su voz y sus actos palabras de honor y concordia

EL ENVILECIMIENTO

Juan Manuel Alesson. Envilecimiento, esta es la palabra. Va corriendo como la pólvora, y se alimenta de sus propios desechos. Es la atmósfera corrompida de estos últimos años. Son hombres sin bondad ni valores, sin fundamento específico. Son solo sombras de la sinrazón. Es el triste espectáculo al que asistimos ahora. La trampa como artimaña y como "arte" político. Y la grandeza, pisoteada como un mal que hay que desterrar, aplastar.

PACTAR CONTRA EL ESPÍRITU MISMO DE NUESTRA CONSTITUCIÓN

Juan Manuel Alesson. Como es muy grave lo que ha pasado y lo que va a sucedernos a partir de hoy, seré conciso al escribir lo que sienten, piensan y temen hoy una mayoría muy amplia de españoles, en toda la nación. El actual presidente del Gobierno está pactando con partidos independentistas o separatista su apoyo al próximo gobierno de España, que es una nación con una Constitución, votada democráticamente y reconocida en todo el mundo.

La sinvergonzonería es la más alta esfera de unos hombres sin alma ni recato

LA HORA DE LOS VALIENTES

Juan Manuel Alesson. En la sabiduría ancestral no existe el miedo. Las batallas eran nobles, leales los aventureros, y los bárbaros, menos salvajes que algunos de los que ahora conducen esos coches caros.
Se ha perdido el rumbo completamente y nada queda de los principios y los acuerdos divinos, basados en la integridad y el honor, útiles para la paz entre las personas. Así, el ser humano se degrada hasta límites insospechados. La falacia es el idioma de ahora; y la carencia y el dolor, el pan de cada día. Los ideales junto con las creencias, han desaparecido hasta convertirse en nada, o en algo sin valor ni fuerza alguna. El ser humano se pierde entre la grandeza aparente de los grandes poderes.