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LA ALDEA GALA EN EL CENTRO DE MADRID

El edificio del Real Casino de Madrid: ¿goloso urbanístico para algunos socios en pleno proceso electoral?

Situación de los seis edificios mencionados en el artículo en la nueva Milla de Oro

El exclusivo e histórico Real Casino de Madrid ha sido centro de atención en los últimos meses en muchos medios de comunicación. Quejas y querellas interpuestas por un pequeño, pero activo, grupo de socios opuestos a la actual directiva han roto la cordialidad que ha existido durante sus casi 200 años de historia. Algunos de esos socios tienen, además, interéses inmobiliarios.

Pero ¿qué se oculta tras toda esta situación?
Si repasamos la situación urbana del prestigioso centro, y lo ligamos al cambio impresionante que ha sufrido en los últimos años podemos encontrar algunas pistas.
Hace una década comenzaron las obras de remodelación de los primeros tramos de la calle Alcalá. Una zona que, a pesar de su situación privilegiada, estaba siendo abandonada por propietarios de diversos inmuebles y que, poco a poco, se ha convertido en la zona más exclusiva de Madrid: La media milla de oro.

Todo comenzó con la remodelación y peatonalización del tramo comprendido entre la Puerta del Sol y el número 19, a lo que siguió la reconstrucción del actual hotel Four Seasons. Solamente estas mejoras
hicieron ya subir la cotización de la zona e impulsaron otras iniciativas. Sin embargo, eso no fue sino el comienzo que también coincide con la adquisición del edifico de la calle Gran Vía 18, en 2019.

Tras el Four Seasons comienza la remodelación de las Galerías Canalejas que están convirtiéndose en un espacio de lujo que abrirá sus puertas en pocos meses.

 

A ello siguieron las noticias de la adquisición por Millenium del antiguo hotel Asturias, así como la de la compra por Pescaderías Coruñesas de tres inmuebles emblemáticos también próximos a la plaza de Canalejas: El Teatro Reina Victoria, el edificio Meneses y la casa de Tomás Allende, que cuenta con más de 100 años de historia a sus espaldas. Este nuevo complejo es conocido como Madrid Teatro.

Finalmente, la noticia publicada hace pocas semanas por la que se ponía en conocimiento público que el Grupo Paraguas de la mano de un socio turco, Dogus Group, convertirá el edificio Metrópolis en un hotel de cinco estrellas con hotel boutique, un spa, un club privado y varios restaurantes.

Así pues, pocos edificios emblemáticos quedan libres en la “media milla de oro”. Y entre ellos  se encuentra el Real Casino de Madrid que resiste como la aldea gala de Astérix y Obélix ante el avance imparable de la urbanización de lujo.

Esta situación preocupa, y mucho, a los socios del Real Casino que ven cómo la actual situación de debilidad institucional motivada tras meses de ataques continuos, y la deriva de los que se postulan como posibles nuevos dirigentes y podría afectar a su sede si no es gobernada con mentalidad de futuro, estilo moderno y teniendo como objetivo principal los compromisos con los socios, sus actividades culturales, deportivas y sociales, así como las importantísimas relaciones institucionales y diplomáticas que se han fraguado en estos últimos años, y entre las que destaca el reconocimiento de la Casa de SM el Rey al concederle al título de REAL.
 

No cabe duda que un edificio que tiene casi 120 años de historia, y 27 años desde que se declaró Bien de Interés Cultural (BIC), se ha convertido en una presa golosa que requiere de una dirección con mano firme que la gestione con una mentalidad acorde a los tiempos actuales.
Las elecciones que se celebrarán el próximo 24 de marzo despejarán las dudas, pero existen muchas dudas acerca de la capacidad de algunos de los nuevos candidatos que públicamente han manifestado la intención de revocar algunos de los logros conseguidos y que, al ver la reacción negativa de los socios, rápidamente, presuntamente, han dado marcha atrás en sus pretensiones.

En cualquier caso la relación de esos socios con interéses inmobiliarios es altamente preocupante.

Etiquetas:Real Casino de Madrid