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Diario YA


 

Noruega se queja habitualmente en reuniones de la ONU, de que la Santa Sede tenga un lugar en la mesa

La ONU contra la Iglesia Católica

Francisco Rodríguez Barragán. Un comité de la ONU, después de interrogar a la Iglesia durante ocho horas el mes pasado, publicó el día 3 de este mes su recomendación a la Iglesia Católica de que deje a los niños tener relaciones sexuales y que cambie sus enseñanzas sobre la anticoncepción, ordenándole que modifique sus enseñanzas sobre el aborto, permitiendo incluso el aborto de las menores, culpándole además de la violencia contra los homosexuales.
Este es uno más de los ataques de la ONU, y la maraña de sus comités, a la Iglesia Católica. Una agrupación muy activa a favor del aborto que curiosamente se denomina Católicas por el derecho a decidir ─Catholics for Choise─ ha relanzado su campaña mundial para echar al Vaticano de la Asamblea General de la ONU, reduciéndola a una simple ONG. La Iglesia es el obstáculo para el mundo que sueñan estos iluminados.
El comité antes citado también informó de que un delegado de Noruega se queja habitualmente en reuniones de la ONU, de que la Santa Sede tenga un lugar en la mesa. Si la Iglesia no estuviera presente allí el aborto sería declarado más fácilmente un derecho humano en sus documentos y la familia sería redefinida de acuerdo con la ideología de género y el proyecto de nueva ética mundial, que los llamados expertos poco a poco van introduciendo a través de la manipulación del lenguaje que llama, por ejemplo, salud sexual y reproductiva a la anticoncepción y el aborto.
Estos expertos, sostenidos generosamente por determinadas  industrias farmacéuticas, presentes en los entresijos de esa mastodóntica organización, han conseguido supeditar las ayudas a determinados países a que reduzcan su población por todos los medios, pues consideran como su deber aligerar de personas al planeta.
La organización Planned Parenthood –planificación familiar- que ha sido recientemente alabada y bendecida por Obama, es la más influyente en el trabajo de conseguir que todos los estados legalicen y faciliten los anticonceptivos, incluido el aborto,  y las uniones homosexuales, como medios de reducir la población.
Frente a las poderosas acciones de presión y manipulación que tienen lugar en la ONU, solo la Santa Sede resiste, aunque su resistencia es cada vez más difícil en un mundo cada vez más paganizado.
El Instituto de Familia Católica y Derechos Humanos ─Catholic Family & Human Rights Institute─, que nos facilita estas noticias, ha conseguido el 31 de enero pasado, después de 16 años de lucha, que se le otorgue el rango de carácter consultivo especial que le permite el acceso al sistema de la ONU como agrupación no gubernamental, incluso a las conferencias donde se negocian documentos.
Este Instituto facilita a través de su página Friday Fax información de los avatares que se producen en la ONU respecto a las cuestiones relativas a la vida y  la familia y a las tensiones entre los llamados expertos y los representantes de los países.
No sé si la ONU ayuda a resolver los problemas económicos y militares en este mundo globalizado, pero lo que hace con bastante eficacia es manipular, desde sus conferencias y sus expertos, para conseguir que los estados miembros vayan legislando de acuerdo con sus ideologías: ecologismo, reducción de la población, calentamiento global, biodiversidad, libertad sexual y sexualidad a la carta, eliminación de la moral de cualquier religión, etc.
Creo que debemos prestar más atención a lo que se cuece en la ONU porque sus ideas y consignas terminan aplicándolas  los gobernantes.
 

 

Etiquetas:Naciones Unidas